Proyecto

objetos para la práctica budista

CÀNTIR nace con la voluntad de acercar el budismo a nuestra forma de vivir. Es un puente entre el Dharma (la enseñanza del Buda) y nuestra cultura. Tomamos como símbolo un instrumento utilizado en el mediterráneo, tanto para contener como para transportar. Así, CÀNTIR quiere ser un nuevo continente para un antiguo contenido que está siempre en movimiento.

objetos para la práctica budista

Además, la vasija – el equivalente de nuestros cántaros – es un símbolo budista muy rico. El agua de ese cántaro nos limpia internamente para que seamos un terreno fértil donde crezcan la amabilidad, la fortaleza y la lucidez. De la misma manera, desde CÀNTIR queremos preparar el espacio, las formas y los objetos para acoger la práctica del Dharma en un contexto distinto al de su aparición: el nuestro.

Porque sí, lo sagrado puede habitar en lo cotidiano.

Lo hacemos a través de objetos significativos para la práctica budista, pero que estéticamente resuenen con nuestra cultura y nuestra sensibilidad. Porque no queremos que la espiritualidad nos quede lejos, sino que sea algo vivo, actualizado y cercano que nos acompañe en cada momento. 

Porque sí, la espiritualidad también puede tener un carácter local y cercano.

Queremos que los objetos budistas no sean reliquias distantes, sino recordatorios cotidianos de nuestra práctica diaria. Y queremos participar en la creación de nuevas formas de vivir el budismo.                                                                                                                    

Porque sí, el budismo también puede ser mediterráneo.

objetos para la práctica budista
objetos para la práctica budista

CÀNTIR surge en el seno de Casa Virupa, un centro de meditación, de estudio y retiros donde reside una comunidad de jóvenes practicantes budistas. Desde su aparición en 2015, nuestro día a día ha consistido en responder a esta pregunta: ¿cómo practicar el Dharma desde nuestro tiempo y desde este rincón del planeta?

No hemos llegado a ninguna conclusión definitiva, y esperamos seguir así. Pero, por el camino, hemos dado a luz varios proyectos que conectan el Dharma con nuestra cultura: desde un laboratorio de residencias artísticas hasta un restaurante vegano, pasando por un proyecto de horticultura ecológica y un centro de estudios. 

CÀNTIR se suma alegremente a esta lista de proyectos que aúnan nuestra vida y la práctica del budismo, esta vez en forma de tienda y de espacio de creación de nuevos objetos dhármicos y para la práctica budista a la vez que mediterráneos.

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